Mi madre es como mis manos, mi alma, mi corazón, algo tan mío como este aliento que respiro... Quiera Dios darme la gracia de seguir aprendiendo a ser hijo, amigo, compañero de ella que, aunque pequeña, frágil, paciente, tiene algo magno que brota a través del brillo de sus ojos...
Nací como todos los que circulamos por esta tierra, de su vientre a la tumba, así como todos, pero guardo el sentimiento de que Dios es bueno al haberse manifestado en la luz de los ojos de una madre... [...]
Leer más...