escribiendo mis textos, me siento tranquilo. apago las luces, gateo hacia mi lecho y medito durante el resto de la noche, respirando el más hermoso poema, un solo aliento por cada vida...
estuve toda la tarde en una cancha de fútbol. eran once contra once y delante de ellos había una pelota. tres personas de negro y dos de ellos con una banderilla en sus manos, arbitraban el juego. la intensidad era máxima cuando corrían a gran velocidad tras la pelota, tratando de meterla a un arco cubierto por una red. el gol era lo máximo que aspiraban. el público estaba atento. el tiempo pasaba y nada de gol [...] Leer más...